martes, 20 de marzo de 2012
El florero de porcelana
El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un monasterio Zen. Cierto día, el Guardián murió, y fue preciso sustituirlo. El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.- Voy a presentarles un problema -dijo el Gran Maestro- y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.
Terminado su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala. Encima estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.
Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma?. Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el "problema", hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al maestro y a los alumnos, caminó resolutamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.
Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó:
Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae comodidad... "Solo existe una manera de lidiar con un problema": atacándolo de frente. En estas horas, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo. Recuerda que un problema, es un problema. No tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es otra cosa más que "UN PROBLEMA". Déjalo, hazlo a un lado y continúa tu misión. No huyas de él... No lo escondas… ¡Acaba con él o él te acabará!
La lógica de la vida.
“Libérate por completo del deseo, porque si deseas algunas de las cosas que no controlas, seguro que serás desgraciado... Por lo tanto, quienes quieren ser libres no han de desear nada ni evitar nada que esté bajo el control de los demás, de lo contrario serán unos esclavos... Nunca digas «lo he perdido» acerca de nada, sino «lo he devuelto»... No son las cosas en sí mismas las que perturban a las personas sino su juicio sobre éstas. Sólo has de preocuparte por las cosas que controlas, aquellas que puedes modificar a través de tus actos, no por las que no puedes dirigir ni cambiar”.
En el universo opera un orden racional que refleja una providencia benigna que asegura que el resultado de las cosas sea el correcto. Algunos filósofos no se limitaban a recetar la «fe» como un principio filosófico abstracto; ofrecían estrategias concretas basadas en la disciplina intelectual y espiritual. La clave para enfrentarse a las dificultades y la discordia que importunan la vida de todo el mundo consiste en cultivar cierta actitud frente a las adversidades, basada en la distinción crítica entre las cosas que podemos controlar y las que están más allá de nuestra capacidad de control.
En otras palabras, aunque no podamos controlar todos los resultados que pretendemos obtener en la vida, sí podemos controlar nuestra reacción frente a dichos resultados. En ello reside nuestro potencial para vivir una vida tan feliz como satisfactoria.
Por desgracia, nadie dispone de una energía ilimitada. Preocuparse por las cosas que no están bajo nuestro control supone una pérdida de tiempo y es destructivo, consume nuestra energía y tiende a prolongar y exacerbar nuestro infortunio. Comprender esta sencilla premisa y poseer la sabiduría, la voluntad y la disciplina necesarias para centrarnos en aquello que podemos controlar, y evitar lo que está más allá de nuestro control, es la base para encauzar nuestras energías de manera eficaz y efectiva, y para vivir en armonía y paz con nosotros mismos y nuestro entorno.
Taller de lectura 9:- ¿Cuál es la idea central de la parábola “el florero de porcelana”?
- ¿De qué manera se relaciona la lógica con la situación expresada en la parábola?
- ¿Qué tipo de lógica está evidenciada en la historia contenida en la parábola?
- ¿Por qué el florero y la rosa se asumían como un problema?
- ¿Qué ideas consideras que pasaron por la mente del discípulo que rompió el florero?
- ¿Qué significa contemplar el problema? ¿Crees que esto sucede en nuestra vida?
- Explica dos razones que justifiquen la eliminación de un “problema bello”
- Argumenta qué condiciones son necesarias para acabar con un problema.
- Según la lectura, ¿de qué depende la esclavitud y la libertad?
- ¿por qué se afirma que no son las cosas en sí mismas las que nos perturban?
- Explica la expresión: “Nunca digas lo he perdido, sino, lo he devuelto”
- ¿Por qué razón muy frecuentemente nos preocupamos por las cosas que no podemos controlar? Argumenta tu respuesta.
- ¿Estás de acuerdo en que existe un orden racional que asegura que el resultado de las cosas sea el correcto? Demuestra tu respuesta con un ejemplo.
- ¿Qué propone la filosofía en contraposición a la fe?
- Justifica porqué se necesita de voluntad, sabiduría y disciplina para vivir una vida satisfactoria.
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