Varias causas contribuyeron a la Independencia de Estados Unidos de Gran Bretaña en un hecho histórico conocido como la Revolución Americana.
Las causas de la independencia son de distinta naturaleza, pero en todas es común que producen un sentimiento entre las colonias de que la metrópoli los está tratando injustamente. Cuando sucedieron no necesariamente ninguna de las partes creía que el resultado iba a ser la independencia de las colonias. Pero la suma de todas ellas contribuyó a forjar un proceso del que ya no habría marcha atrás y que culminó con el nacimiento de los Estados Unidos de América en 1776.
Entre las causas de la independencia destacan las siguientes:
Un mayor control británico sobre los asuntos coloniales
Tras la Guerra de los Siete Años el Parlamento de Londres comienza a interferir en asuntos coloniales, produciendo malestar entre los colonos.
Como ejemplo de ello destacan la anulación de leyes promulgadas por las colonias de Carolina del Sur y Virginia, el establecimiento de un mayor control sobre las cortes de justicia y la autorización para que las autoridades aduaneras entrasen sin autorización judicial en almacenes y viviendas donde se sospechase que podría haber bienes introducidos en las colonias mediante contrabando.
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Pero la medida que realmente soliviantó a los colonos fue el despliegue en 1763 de seis mil soldados a lo largo de la cordillera de los Apalaches, separando a colonos de las tribus nativas y poniendo fin al comercio entre ambos grupos y a la expansión blanca a nuevos territorios indígenas.
Se oyeron fuertes protestas, especialmente por parte de comerciantes y de especuladores de tierras. Estos últimos pretendían abrir el Valle del Ohio a la colonización de origen europeo. Esta expansión hacia el Oeste se acabaría produciendo más tarde causando grandes perjuicios a los indios de las praderas.
La Ley del Azúcar
Gran Bretaña pretendía que las colonias colaborasen a los gastos de mantenimiento de la burocracia imperial. Mientras que los colonos, que se veían a sí mismos como ingleses, consideraban que el Parlamento no podía obligarles a pagar impuestos si ellos mismos no consentía a ello o sus representantes. O lo que es lo mismo, el principio de que sin representación, no puede haber impuestos.
En 1764 se aprobó la Ley del Azúcar que imponía impuestos en bienes como el azúcar, el vino, el café, el potasio, la seda y el hierro y que fue recibida con gran malestar en las colonias.
La Ley de la Estampilla
Esta ley de 1766, conocida en inglés como Stamp Act, imponía un impuesto sobre toda clase de material impreso. Por ejemplo, sobre anuncios en un periódico, contratos legales como un testamento e incluso sobre barajas de cartas.
Las protestas de los colonos no tardaron en dejarse oír. Se organizaron formando organizaciones irregulares como los Hijos de la Libertad que llegaron a acometer actos violentos y de saqueo. Al mismo tiempo, comenzaron a aceptarse documentos sin el correspondiente sello oficial, dejando en la práctica a la ley sin efecto.
Las protestas llevaron a que la Ley fuera derogada en 1766. Pero ya se había creado en las colonias la sentimiento de que los británicos aspiraban a privar a los colonos de los derechos que le correspondían como ingleses.
La Ley Declaratoria
Esta ley, aprobada por el Parlamento británico en 1766 establecía que las colonias estaban subordinadas a Gran Bretaña y que el Parlamento podía aprobar cualquier ley y que ésta sería de obligado cumplimiento en las colonias y para los colonos.
El reacción en América fue de absoluto rechazo.
Las Leyes Townshend de 1767
En un contexto de gran necesidad por parte de los británicos de encontrar ingresos para sus arcas públicas, el Parlamento inglés aprobó estas leyes que imponen impuestos en la importación por parte de las colonias de artículos como el papel, el cristal, el plomo, las pinturas y el té. Los ingleses además impusieron unas cortes de aduanas para garantizar que se cumpliera la ley que resultaron ser notablemente corruptas.
La respuesta de las colonias fue boicotear los productos británicos y acelerar la producción propia de los bienes sobre los que se creaba un impuesto, cuando ello fuera posible. Asimismo, la cámara legislativa de Massachusetts una Carta Circular a las otras cámaras coloniales en la que específicamente se aludía a que las Leyes Townshend eran una violación de sus derechos naturales y constitucionales.
La cámara sería disuelta por los británicos que además enviaron tropas de la frontera en los Apalaches a Boston. Como consecuencia de esta medida, en una ciudad de apenas 16.000 habitantes había cuatro mil soldados británicos, con el consiguiente malestar. Ya era claro que había problemas en las colonias y que cada vez más colonos creían que Gran Bretaña tenía como último fin quitarles sus derechos.
La Masacre de Boston
El 5 de marzo de 1770 un grupo incontrolado y numeroso de gente comenzó a tirar bolas de nieve –algunas con piedras de considerable tamaño dentro- a los soldados británicos que custodiaban la Oficina de Aduanas de Boston. Los soldados reaccionaron disparando y matando a cinco colonos.
Mientras que revolucionarios como Samuel Adams pedía agitación, otros, como John Adams, uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos, intervino para que la calma no se perdiese y llegó a defender en corte a los soldados británicos, que fueron declarados inocentes o castigados a pequeñas condenas.
En este punto la tensión entre los colonos y la metrópoli era ya manifiesta y Londres reaccionó evitando tensar más las relaciones y derogando los impuestos creados por las Leyes Townshend, excepto la establecida sobre la importación de té.
El motín del té
En 1773 se le permitió a la empresa British East India vender en exclusividad té directamente en las colonias americanas, pero manteniendo el impuesto creado sobre este producto por las Leyes Townshend.
Aunque esto suponía un ahorro considerable a la hora de comprar té al tratarse de una transacción directa sin tener que pasar por Inglaterra y abonar impuestos extra, los colonistas percibieron que esta medida, a la larga, podía perjudicarse. En realidad puso de manifiesto que los ingleses, si así lo querían podían conceder en exclusividad todo o parte del comercio colonial a quien quisieran.
En este contexto, la British East India Company envió barcos con té a diversos puertos. En Nueva York y Filadelfia se les obligó a regresar a Inglaterra sin descargar el cargamento. Sin embargo en Boston se le permitió amarrar para proceder a descargar.
En diciembre de 1773, varios colonos, arengados por Samuel Adams y disfrazados de indios americanos, subieron a bordo de tres barcos y tiraron al mar los cofres con el té.
Ahora le tocó el turno a los británicos de ponerse furiosos cuando oyeron las noticias del evento conocido como el motín del té. El rey Jorge III llegó a decir que “debemos dominarlos o dejarlos que se gobiernen solos”.
Consecuencias
A partir del motín del té ya no hubo marcha atrás. Los ingleses aprobaron las Leyes Coercitivas y los colonos americanos dejaron de un lado la resistencia para pasarse a la revolución.
En 1774, con la celebración del Congreso Continental se inició la Revolución Americana que culminó con la creación de Estados Unidos en 1776 a partir de las trece colonias originales.
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